Yo Sí Sanidad Universal condena la actuación del Hospital de Alzira

  • Fuente: Yo Sí Sanidad Universal

Es especialmente grave que un sanitario denuncie a una persona a la policía por portar una tarjeta sanitaria que considera no es suya. Condenamos la actuación de este sanitario pero también denunciamos que esta actuación se encuadra en un contexto, el creado por el RDL 16/2012.

Desde Yo Sí Sanidad Universal, colectivo de profesionales y usuarias del sistema sanitario público en desobediencia contra el Real Decreto-ley 16/2012, expresamos nuestra más rotunda condena a los hechos acaecidos en el hospital de Alzira, Valencia.

Según una información del diario Levante, la noche del 18 al 19 de febrero acudió una mujer de nacionalidad rumana a dicho hospital, aquejada de fuertes dolores relacionados con un aborto espontáneo. Según el diario, la mujer fue atendida pero cuando un sanitario descubrió que portaba una tarjeta sanitaria que no era la suya la denunció a la policía, que acudió al hospital y trasladó a la mujer a la comisaría. Allí, «se practicó un procedimiento abreviado para un presunto delito de usurpación de estado civil, relacionado con una posible sustracción del documento. Y fue abreviado principalmente porque los agentes que formalizaron la denuncia constataron que el estado de la joven era grave y que por lo tanto no convenía alargar su presencia en las dependencias policiales.» El texto de Levante concluye constatando que no se sabe si una vez en libertad la mujer acudió a algún hospital o no.

Desde Yo Sí Sanidad Universal afirmamos que las excepciones y diferenciaciones que establece el RDL 16/2012 contribuyen al cambio de modelo del sistema sanitario que nos pretenden imponer. Aún con todo, es necesario recordar que, según el Real Decreto-Ley, la atención urgente, así como el tratamiento a mujeres embarazadas (incluyendo atención pre y post parto) está cubierta con cargo a fondos públicos para todas las personas, tengan o no tarjeta sanitaria (artículo 3 ter). Sin embargo, las personas comunitarias quedan en un limbo legal respecto a este extremo que no puede resultar más confuso e injusto. Esta maraña de distinciones produce inseguridad sanitaria. Es especialmente importante constatar que se están dando prácticas que disuaden o niegan a mujeres embarazadas su derecho a buscar atención sanitaria. También, en algunos casos, se disuade a las personas sin tarjeta de acudir a las únicas puertas que les quedan abiertas en el sistema nacional de salud, las urgencias. Tanto a través de carteles disuasorios, como hemos comprobado que ocurría en el Hospital General de Segovia, como emitiendo facturas a las personas que acudían a recibir atención de urgencias a la Fundación Jiménez Díaz, en Madrid.

El hecho de que una mujer enferma y angustiada porte una tarjeta sanitaria ajena con el fin de acceder a una atención de urgencia a la que ignora si tiene o no derecho es responsabilidad última de una administración que además de haberla excluido de una asistencia normalizada mantiene una política de desinformación y de dificultar el acceso a la atención sanitaria.

Es especialmente grave que un sanitario denuncie a una persona a la policía por portar una tarjeta sanitaria que considera no es suya. Condenamos la actuación de este sanitario pero también denunciamos que esta actuación se encuadra en un contexto, el creado por el RDL 16/2012. Un contexto en el que de un sistema de sanidad universal, redistributivo y que funcionaba con equidad pasamos a otro que diferencia entre aseguradas y no aseguradas y que produce situaciones en las que las personas sin tarjeta pueden acabar perseguidas por la policía, asumiendo el personal sanitario funciones de control de las usuarias. Una institución que proporciona protección y cuidado, que sana, se convierte en una institución que despliega represión y alienta el miedo.

El hospital de Alzira dio el alta a una usuaria que a los pocos minutos estaba tan visiblemente grave que la policía la dejó libre. Con la experiencia de denuncia previa, no es descabellado pensar que esta persona pueda sentir miedo a acudir a un centro sanitario. Esto lo llamamos negación de la atención.

No podemos olvidar, además, que los gobernantes de la Comunidad de Madrid nombran constantemente a dicho hospital como ejemplo de excelencia y eficiencia de la gestión privada de los centros sanitarios, para justificar su plan para privatizar 6 hospitales y 27 centros de salud.

Desde Yo Sí Sanidad Universal pedimos la colaboración de profesionales sanitarios y no sanitarios, y usuarias del sistema nacional de salud para que nos envíen información de vulneraciones del derecho a la asistencia sanitaria a yosi.sanidaduniversal@gmail.com, con el objeto de visibilizar y denunciar los efectos del RDL 16/2012.


Este comunicado está basado en la información publicada por el diario Levante y en la conversación que Yo Sí Sanidad Universal mantuvo con el periódico para conocer cómo se gestó esa noticia. De acuerdo con esa conversación teléfonica de Yo Sí con el diario, el hospital afirmó al diario que se atendió a la mujer pero no negó que se avisara a la policía. El hospital, que se ha comunicado con Yo Sí Sanidad Universal a través de Twitter, niega ahora este extremo. Concretamente, afirma: «La paciente recibió una asistencia óptima ese día y sucesivos (por indicación médica). No hubo denuncia del Hospital.»

Yo Sí Sanidad Universal